Salir

Sostenibilidad

Última modificación
Mar , 07/05/2024 - 01:57

Sostenibilidad

La sostenibilidad debe ser global o no lo será. Nuestro planeta es un sistema físico que puede ser objeto de estudio, como lo son los ecosistemas, la atmósfera, la hidrosfera y la corteza. Además, lo son todos los recursos naturales como los minerales, la biomasa, el agua o los suelos fértiles. Todos, por acción humana, se están degradando rápidamente.

La ciencia y la tecnología deben unirse a las ciencias humanas como la economía, la sociología, el derecho o la propia política para cambiar el rumbo de esa degradación. Hay que comprender y evaluar la eficiencia, la suficiencia y la resiliencia en el uso social de todos los recursos naturales escasos (no solo la energía), para evitar el colapso debido al comportamiento no lineal de muchos subsistemas de la Tierra. El cambio climático es uno de ellos, pero no el único. La tecnología y la ciencia no conducen a un mundo mejor si no están regidas por la ética.

Con ello presente, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por los 193 miembros de las Naciones Unidas en septiembre de 2015, subrayó la determinación común de dar pasos audaces y transformadores hacia un futuro mejor para todos e incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas. Éstos objetivos buscan tanto la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones como mantener nuestra civilización en armonía con la naturaleza, proponiendo ciudades más sostenibles, combatiendo el cambio climático y conservando todos los sistemas que soportan la vida.

Como Centro de Investigación, alineamos nuestros objetivos con los ODS para evaluar, monitorear y proponer estrategias públicas con el fin de contribuir a una verdadera economía que atienda a la igualdad y la dignidad de todos para administrar nuestro hogar común que llamamos planeta Tierra. 

Movilidad sostenible

Alrededor del 50% de la población mundial vive en ciudades y entornos urbanos, este dato podría aumentar hasta el 70% para 2050. Esta concentración de la población global ha implicado un crecimiento del tamaño de las ciudades, que en la mayoría de los casos ha seguido lamentablemente, modelos de ciudades sectorizadas. Esta sectorización ha provocado un aumento generalizado en las necesidades de movilidad diaria, tanto en el tiempo empleado en los desplazamientos como en la distancia media recorrida en los mismos. Esto ha llevado a que en la actualidad el sector del transporte sea responsable del 39% del consumo de energía, a pesar de los esfuerzos tecnológicos realizados en diversos frentes.

El cambio climático, el agotamiento y la excesiva dependencia energética del petróleo y la mala calidad del aire en las ciudades, han colocado en el punto de mira a la movilidad urbana, convirtiéndose en un asunto de gravedad colocado entre las más incipientes prioridades de la agenda institucional. Para mejorar este escenario las acciones prioritarias deben ir encaradas a una mejor y más innovadora planificación de la movilidad urbana y el transporte en las ciudades, a la vez que se tiene en cuenta el avanzado camino tecnológico para mejorar los actuales impactos medioambientales del sector. Los avances en planificación deben de poner en el centro de la movilidad a la sociedad, es de vital importancia entender su comportamiento y como este puede modificarse al antojo de la sostenibilidad. Las acciones y medidas de mejora que se desarrollen tienen que tener en cuenta tanto el impacto medioambiental de la movilidad urbana, como los costes reales de los medios de transporte no contaminantes y su sostenibilidad. Así será posible conseguir una óptima integración de las estrategias de movilidad en los planes de desarrollo urbano, que permitan también reducir las necesidades de movilidad en las ciudades.

Por otra parte, la implantación a gran escala del vehículo eléctrico requiere del desarrollo e implementación de nuevos métodos de carga. La carga conductiva e inductiva, a bajas potencias para uso diario y altas potencias para uso ocasional, deben satisfacer la necesidad de los usuarios particulares y los profesionales en ámbitos y situaciones muy diversas, a la vez que debe garantizarse la mayor interoperabilidad posible para evitar instalaciones redundantes o de escaso uso.

Sin embargo un despliegue descontrolado del vehículo eléctrico y la infraestructura necesaria implica un gran reto para las redes de distribución y de transporte. Por ello, el vehículo eléctrico debe ser una oportunidad que permita el desarrollo e implantación de sistemas de generación renovable y de almacenamiento integrados, configurando un nuevo conjunto de elemento que deben formar parte de la smartgrid, que permita incluso la mejora de la calidad y seguridad de suministro de la propia red de distribución, aprovechando también las posibilidades V2X del vehículo.

Además, la gestión de los vehículos, los puntos de carga y la energía, abre un nuevo sector de servicios de gestión de usuarios y de ofertas de  Flexibilidad hacia la red de distribución, permitiendo nuevos modelos de negocio que deben ser explorados.

Arquitectura bioclimática y urbanismo sostenible

La arquitectura sostenible trata de combinar varias tecnologías para conseguir el confort  en los edificios con el mínimo coste en combustible.  Se trata de construir en función del microclima existente de modo que el confort se consiga básicamente con las condiciones ambientales apoyadas en una orientación adecuada, con cerramientos captadores, con masa térmica y buen aislamiento térmico que no ignoren las necesidades de refrigeración en verano. El diseño bioclimático se apoya de un correcto planeamiento urbanístico, circunstancia que dota al tema de especial interés, sobre todo de las administraciones públicas. Por ejemplo, en Zaragoza, con el patrocinio municipal y del gobierno regional se han construido las urbanizaciones “Parque Goya” y “Ecociudad Valdespartera” aplicando estos conceptos y monitorizando algunos de los edificios para evaluar el ahorro energético y la bondad del diseño.

Ecología industrial

La “ecología industrial” consiste en estudiar las necesidades energéticas y de materias primas de una comunidad (incluyendo todos los posibles consumidores: desde la industria hasta las necesidades domésticas) de manera conjunta, para que los flujos de materia y energía que en un planteamiento convencional son residuos se puedan revalorizar en otro proceso, es una visión innovadora que se viene imponiendo en los últimos 10 años. Universidades de gran prestigio como Yale y Princeton en EEUU y Delft y Chalmers están desarrollando programas de máster y posgrado y publicaciones científicas en esta línea.

sostenibilidad

Equipos de investigación en Sostenibilidad: